El próximo día 22 de mayo hay elecciones municipales en todo el territorio español; también, en algunas Comunidades Autónomas. Es el momento de las propuestas y promesas. Algunas no serán cumplidas, otras quedarán a medias y las menos, sólo algunas, serán realidad. En materia educativa no suele haber muchas promesas. Es una cuestión poco electoral. No da muchos votos y esto no interesa a los políticos. Esperanza Aguirre, actual presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata al cargo, ha realizado una promesa electoral: si gana las elecciones implantará un Bachillerato para alumnos excelentes, chicos y chicas con notas altas en la ESO. Ha pensado hacerlo, a modo de experiencia, en un instituto del centro de Madrid y según se evalúe la innovadora propuesta se extenderá al resto de institutos madrileños. Esperanza Aguirre no suele dejar indiferente a nadie con sus declaraciones, no suele pasar desapercibida. Habla de forma directa y sin dobleces. Hace reaccionar a todos. A veces, levanta ampollas entre los suyos, los del PP; pero otras, genera quemaduras de 3º grado entre los contrarios, ya sean de IU o del PSOE. Sobre la propuesta, Maru Menéndez, portavoz del PSOE en Madrid, dice que es un modelo de selección e invoca el artículo 14 de la Constitución para criticarla. Tomás Gómez, candidato socialista, está en contra. No podía ser menos. También, Francisco Álvarez Chica, Consejero de Educación en Andalucía, mete el pie en el charco, tachándola de derechas e involucionista. Los sindicatos no podían quedarse atrás. CC.OO la considera un despropósito que impide el desarrollo integral del alumnado. UGT dice que va contra la cohesión social y que es segregadora. En fin, todo críticas desde la izquierda y de algún gurú de la educación, que sin nombrarla directamente, como José Gimeno Sacristán escribe sobre el tema.
La enseñanza común para todos y todas, basada en la comprensividad, acaba en 4º de la ESO, a los 16 años, cuando finaliza la enseñanza obligatoria. El Bachillerato es una etapa voluntaria, con una enseñanza no compresiva y encaminada, principalmente, para afrontar el reto de la enseñanza superior, ya sea la Universidad o la Formación Profesional Superior.
Hay que recordar que al finalizar el Bachillerato, el alumnado queda etiquetado por la nota de selectividad. No podrán estudiar lo que quieran, sino lo que puedan en función de su nota.
La LOE, en el artículo 71, cuando define las necesidades específicas de apoyo educativo, incluye entre éstas las altas capacidades intelectuales; es decir, contempla acciones, medidas y enseñanzas específicas para la mejor atención del alumnado más capaz. Atenderlos en un grupo específico, durante unas horas, es una medida aconsejable y legal.
Algunas Comunidades, como la andaluza, gobernada por el PSOE, tienen programas para el alumnado con sobredotación intelectual en algunos institutos de secundaria. Esto supone atención especial, más recursos y seguimiento individualizado. Se pretende obtener lo mejor de cada uno de ellos. Nadie los ha tachado de segregadores, clasistas o involucionistas. El Consejero Álvarez Chica tampoco.
Por qué no se esperan a la evaluación de la experiencia piloto para opinar. Qué tiene de malo una atención diferenciada al buen alumnado. Decide la nota media de la ESO, no su renta, por qué la tachan de clasista, si además va dirigida a toda la población escolar de la ESO. La igualdad en educación, la equidad, no es dar lo mismo a todos y todas. Es ofrecer a cada uno lo que necesita: atención especial, modalidad de escolarización adecuada a sus necesidades, más recursos, medidas reforzadoras, apoyos, etc. Por qué se critican medidas en una Comunidad cuando existen medidas parecidas en otras de signo político diferente. Ya tenemos servida la demagogia política en materia educativa.
Llevo 20 años en la enseñanza publica en Madrid. Durante casi todos ellos ha gobernado en Madrid el PP con las transferencias educativas ya asignadas. He observado el deterioro progresivo de la educacion publica especialmente en los ultimos cuatro años. Trabajo en un instituto enclavado en un barrio muy complicado, con alto nivel de paro y mucha pobreza, en Alcala de Henares. En este instituto llevo solo tres años, pero ya el primer año que llegue habia 8 profesores menos que el año anterior. El año siguiente 3 menos. Es un suma y sigue para un instituto que necesita ayuda institucional. Ya casi no hay profesores de apoyo y no se puede atender ahora a los alumnos con necesidades educativas especiales. En este instituto hay muchos. Cuando viene la Inspeccion a visitarnos cada año, se limita a rellenar unos absurdos cuestionarios y luego se van afirmando que reconocen la especial dificultad por el barrio tan duro en que se haya situado el instituto pero que ellos no estan alli para resolver estos problemas sino para realizar esos cuestionarios.
ResponderEliminarCuando leo la propuesta de Esperanza Aguirre me preocupo mucho. Esta mirando en otra direccion y escondiendo la cabeza para no afrontar la verdadera problematica, no solo de este instituto sino de muchos otros de la Comunidad de Madrid y de enseñanza publica. La educacion nada tiene que ver con el bachillerato de la excelencia si dejas abandonados a miles de alumnos. Primero atiende las necesidades primarias y luego piensa en la excelencia. Se trata claramente de una medida electoralista porque nuestra presidenta no piensa apoyar la enseñanza publica. De hecho la esta dinamitando año tras años. Si quisiera ayudar haria algo para apoyar a los institutos que desarrollan su actividad en entornos con dificultad. Quitar profesores, eliminar grupos de apoyo, reducir presupuesto, no es la mejor manera de ayudar.
¿Como es posible que todavia haya personas que la apoyen? ¿Es que no saben lo que esta haciendo, o no lo quieren saber? No se debe utilizar la Educacion y la Enseñanza para hacer propaganda politica. Deberia de ser independiente de izquierdas o de derechas porque es demasiado importante como para jugar con ello. Y, por supuesto, tampoco es un negocio o no deberia de serlo.