EL Nuevo Bachillerato

Desde que se celebraron las elecciones el 20-N, se le ha pedido a Mariano Rajoy que concretara las medidas a tomar. Hemos tenido que esperar al discurso de investidura para conocer algunas medidas. Tampoco es que haya precisado mucho. Me interesa lo del bachillerato de 3 años y cómo se puede aplicar, así que me voy a referir a ella.

Se presenta como una medida favorecedora de la promoción de la excelencia, de la cultura del esfuerzo, en definitiva de una educación de más calidad. Pero cómo se aplica. Esta pregunta ha quedado sin resolver. Qué posibilidad hay.

La primera, aumentar el 3º año de Bachillerato a costa de 4º de la ESO. Hay que tener en cuenta que la educación es obligatoria y gratuita hasta los 16 años. ¿Se perderá la gratuidad y la obligatoriedad? Si mantenemos de forma obligada al alumnado de 16 años en 1º de Bachillerato o de FP, sin pretensión de continuidad, ¿tendrá éxito la medida? o ¿sólo habremos convertido 1º de Bachillerato/FP en un “4º de ESO bis”? Si en función de la nota media de 3º de ESO, se ofrece al alumnado la posibilidad de que pueda tomar caminos diferentes, sería una opción, pero tendría mucha oposición dentro de la comunidad “comprensiva” de la educación. ¿Qué hacemos con los chicos y chicas que llegan a 4º por imperativo legal, es decir promoción con repeticiones?

La segunda, aumentamos el 3º año y sin más. Estamos retrasando la entrada en la Universidad; pero con la aplicación del EEES (Bolonia), la mayoría de las carreras han pasado de 5 a 4 años, así nos quedaríamos como estábamos. Cierto es que la mayoría del alumnado universitario cursa carreras de 3 años, que han pasado a 4, éste sería el perjudicado. Pero como no hay mucho trabajo después de la universidad, mantener a nuestra población joven ocupada estudiando ayuda a maquillar los datos del paro. No olvidemos el problema que estriba en la falta de espacio en muchos Institutos para dar cabida a un año más. ¿Aulas prefabricadas, desdoble,..?

Dispuesto a elegir, prefiero la segunda opción, al menos afianza el carácter propedéutico de la etapa.

Nos espera una época apasionante de debate y controversia educativa. Y qué decir de la parte económica.